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"El futuro medioambiental de Lima"

  • Foto del escritor: Jonathan Huaroto
    Jonathan Huaroto
  • 1 nov 2019
  • 3 Min. de lectura

Nuestra querida y hermosa joya, en la antigua colonia es la segunda ciudad más grande ubicada en un desierto y la vida no hubiera sido posible sin los valles. Estos, abastecieron con una gran variedad de alimentos a todos sus pobladores. A su vez, que todo esto no podría ser posible, sin los canales de irrigación construidos por los ingenieros prehispánicos de hace unos 4,000 años.

Como casi toda la historia de Lima de 1535, la historia de los canales era y sigue siendo largamente desconocida por la mayoría de limeños, quien diría que hasta ahora todavía palpitan por debajo de la ciudad. Y su papel es tan fundamental hoy como lo fue antes, ya que ellos son parte de cualquier plan de sostenibilidad ambiental para esta ciudad levantado en el desierto con diez millones de habitantes.

Aunque, hoy los valles casi han desaparecido debajo del cemento y su función agrícola haya servido hasta hace unos 50 años. Hay que enfatizar, que nosotros los peruanos tenemos una mala relación con nuestro territorio. Porque, no lo sentimos como un símbolo de identidad. Esto, nos lleva a tomarlo solo como posesión sin velar su cuidado. El futuro medioambiental de Lima, depende de la recuperación de los canales de Irrigación.

De esa manera, serviría para reactivar la energía de la ciudad y crear identidad. Ya que, la modernidad de una ciudad se mide respecto a la calidad de vida de sus habitantes. Y esta, tiene una relación directa con el manejo sostenible del agua y el privilegiar las áreas verdes frente al avance del concreto.

Hay que tener en cuenta, que la principal dificultad es la del sensibilizar a la población sobre su importancia. Y sobretodo, el de evitar que se usen como botaderos de desperdicios caseros y materiales tóxicos. Ya que, ambos canales riegan el 90% de las áreas verdes del centro de Lima y de un total de 17 distritos de la ciudad.

Al poner en valor este patrimonio, no sólo rescataremos su valor cultural e histórico. Sino que también, contribuiremos a la salud ambiental y a la conservación del ecosistema. Lo cual, redundará en más zonas de recreación y de actividades culturales entorno a los canales de Lima.  

Además que estos canales, como modestos servidores, no solo le dieron el primer soplo de vida a la capital. Sino que, fue también la razón por la que los españoles la escogieron como capital. No solo por tener el mejor puerto natural de la costa, sino por sus canales de irrigación.

De esta manera, estos canales han mantenido viva a la capital del Perú. Como cordones umbilicales a lo largo del tiempo. Pero, a pesar de que es cierto que los canales han sufrido cambios y modificaciones hasta el presente. Que mejor testimonio, del que es un sistema vivo que sigue hasta ahora.

No cabe duda, que este 2016 ha visto un auténtico despegue en iniciativas locales que buscan vincular a los ciudadanos con su patrimonio arqueológico. Aunque claro, uno podría decir, que las huacas por fin empiezan a ser parte del imaginario de la ciudad. La cual, es la verdadera fuente de originalidad y fortaleza de esta ciudad. Pero, es justo en esa parte en la que nosotros como peruanos debemos llenar esos vacíos y reconectar la lima de hoy con la del pasado.

Aunque claro, tal vez este sea un camino que recién empieza, pero es muy probable que valga la pena. Solo por dar a conocer más sobre el singular origen de la ciudad en la que vivimos. Pero, esto da mucho en que pensar, ya que sin estos canales desarrollados a lo largo del tiempo. Lima no sería hoy la metrópolis del presente, sino quizás y tan solo un punto en el desierto.

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