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"El fujimorato latrocinio"

  • Foto del escritor: Jonathan Huaroto
    Jonathan Huaroto
  • 1 nov 2019
  • 3 Min. de lectura

De seguro, que una enorme cantidad de jóvenes y adultos, que incluso vivieron en los años 90. No se acuerdan, o no quieren recordar, los diversos actos denigrantes que cometió el expresidente Alberto Fujimori en el Perú. Fueron estas, las que lo llevaron a posicionarse entre los 7 presidentes más corruptos de toda la historia alrededor del mundo entero.

En su régimen, llamado por las grandes urbes: “El Fujimorato”. Se inició con el golpe de estado de 5 de Abril de 1992. En el que se desaparecieron personas, se cerraron los medios de comunicación, se tuvo como asesores a aliados del narcotráfico, se esterilizaron a más de 300 mil mujeres a la fuerza, se mataron periodistas, se perseguía a la gente con la SUNAT, se denigró a la prensa escrita con los llamados “Periódicos Chicha” y se corrompieron a políticos de oposición, comprándolos para sus fines maliciosos.

Pero sobretodo, entró al gobierno para robar, saquear, irse al Japón y encima teniendo el descaro de renunciar desde allá. Aunque actualmente mencione el populorum que su hija no es como él. Hay que acordarnos que en realidad, ella sigue siendo la hija de su padre, que no se mantenía al margen de la dictadura. Sino que, participó activamente en ella, alimentándose de ahí día tras día, e incluso hasta ahora.

Este fue el poder político que tuvo Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y Dionisio Romero, uno de los empresarios más poderosos del Perú. Mientras que el primero ocultaba lo que hacían sus aliados, por medio de las órdenes que daba a las fuerzas armadas o tras el interés. El segundo, se encargaba de manipular y controlar las fuerzas militares y el poder judicial. Finalmente, el tercero se encargaba de financiarlos, haciéndose así, cada vez más y más poderoso en el sector empresarial.

Aunque claro, fue precisamente Montesinos el que creía que era de fundamental importancia tener el apoyo explícito de los grandes empresarios, fue así que cortejo de cierta manera a Romero, haciéndole el favor de quitarle el poder político que tenía Andrade en la alcaldía de Lima.

Fue así como se generó durante 10 años una dictadura, y los ricos se hicieron inmensamente ricos. Continuando ese poder hasta ahora y haciéndose más fuerte porque no se ha alterado hasta ahora el sistema económico. Y se mantuvo la idea de que el principal fin del estado es promover las grandes inversiones.

Una dictadura que duró únicamente por 10 años fue el Fujimorato, el gobierno de Alberto Fujimori, que incluso ya iba a ir por su tercer gobierno en ese tiempo. Menos mal que felizmente el Perú logró reaccionar, tal vez no al tiempo apropiado, pero si antes de que volviese ocurrir lo mismo o peor. Poniendo así a Alberto Fujimori y a la mayoría de sus aliados, incluido Vladimiro Montesinos tras las rejas.

Lo peor no fue solo lo que hizo Fujimori tras sus órdenes, como por ejemplo: El ordenar a las obstetrizes que le liguen los ovarios a más de 300 mil mujeres a la fuerza, mataron a distinguidos periodistas. Y hasta torturaron a la que era primera dama en ese entonces Susana Higuchi, que después sería reemplazada por su hija, Keiko Fujimori.

Es hora de hacer un cambio radical, poner en nuestras bocas las palabras que alguna vez lograron estar en la cabeza del hipócrita hombre Alberto Fujimori, irónicamente: “El pueblo peruano no quiere ninguna clase de dictadura, mucho menos la que había, la de los ineptos y los corruptos. Hay que seguir adelante, sin retroceder, juicio a los corruptos”

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